viernes, 6 de enero de 2012

No saber...



Lo que creo saber, lo que doy por cierto y aquello por lo que rijo mi vida, en realidad es, en mayor parte, conocimiento de segunda mano.
¿Quién soy? Ni idea

?A dónde voy? Ni idea.
¿Hay algo ahí afuera? Ni idea.
Si me pongo en serio a pensar que es lo que sé, lo que verdaderamente sé, sin que nadie me lo haya dicho, solo me viene a la mente un cosa muy simple:
Parece que las cosas cambian.
Y si sé algo más, en este momento no se me ocurre.
Bueno, si, algo más podría decir. Cuando no quiero que las cosas cambien y éstas lo hacen de todos modos, sufro.
Pero, por qué sufro? Debe ser por eso que llaman el apego. Es decir, que quiero que las cosas sean como a mi me dá la gana.
Una tiene sus deseos: Que no haya muerte, ni enfermedades, no envejecer, no tener que trabajar, no tener carencias, tener las necesidades cubiertas. Que mi pareja me ame por siempre jamás. Que mis hijos sean felices. Seguridad, seguridad, seguridad.
Que todo el mundo me considere, ame, respete y admire.
Seguridad, seguridad, seguridad.

Certezas, paz, iluminación, eternidad, sentido, amor, amor, amor.
¿A dónde voy yo con esa mochila? Y ¿Cómo se compagina eso con lo que sé sin ninguna duda, que las cosas cambian?
Y ¿qué hago buscando maestros, buscando conocimientos, buscando.... más peso para mi mochila?
El problema es cuando se lleva toda la vida deseando un mundo perfecto, sin éxito alguno, obviamente.
A ver... si a mi pareja le diera por irse, ¿sobreviviría? Seguro que si.
Si mis hijos pasaran de mi, también, si me quedo sin trabajo, sin dinero, sin nada, conozco gente que vive en la calle, se dedica a aparcar coches, a vender chicles, etc. y siguen ahí. Conozco gente que está enferma, que tiene alguna discapacidad, y lo resisten.
Además todo el mundo sabe morirse, por lo que deduzco, cuando me llegue la hora, yo también sabré.
Entonces, parece que no puedo hacer nada para que las cosas sean como yo quiero. Lo mejor es tomarmelas bien, porque simplemente, las cosas son como son, y punto.
Así que desde hace algún tiempo, estoy consiguiendo pasar de todo lo anterior. Y ¡Qué liberación!
Solo me dedico a volar , llena de vida, de un momento al siguiente.
Y ya estoy apegándome a una nueva imagen: Mujer etérea, que salta por caminos de libertad, bailando y cantando. ja ja

O sea, que las cosas son como son, y yo también. Y que no puedo hacer nada para cambiar eso.
Decepcionante conclusión, pero asi es esto.
Pero es mejor quedarse con esa verdad, y esperar a ver que pasa, que pretender que sé lo que no sé. (Tengo que recordar que todo cambia).
Pero, hoy por hoy, mi opción es quedarme en el no saber. Nada. Y seguir mi vida como si tal cosa.
De momento, noto con sorpresa, (salvo algún nudo a veces en el plexo solar) que cada día sufro menos. Y eso que no tengo certezas, ni seguridad, ni vida eterna, ni...
A ver si va a ser que no necesito nada de eso.

De nuevo, Ni idea...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No hay nada que buscar y ningún lugar a donde ir, porque no hay nadie que realice ninguna acción.

Anónimo dijo...

A ver si va a ser que no necesito nada de eso... va a ser...que si....¡eso es! Ahi no caben decepciones ni nada que tenga que ver con lo personal...el vértigo de la nada que es todo...Silencio, Paz, Serenidad...incalificable.