“Un hombre está preparando una sopa. Para probarla, llena el cucharón, bebe un sorbo y se da cuenta de que está sosa y le falta sal.
Manteniendo el cucharón lleno en una mano, añade sal dentro de la sopera y vuelve a gustar la sopa que tiene en el cucharón. Como de nuevo la encuentra escasa de sal, derrama más sal en la sopera y vuelve a probar la sopa del cucharón: ningún cambio. Entonces, abandona la idea de echar más sal a la sopa”
¿Qué enseñanzas podemos extraer de esta historia?
El cucharón es la parte de nosotros mismos que deberíamos de mejorar. Decimos: “No soy feliz”, pero en lugar de mejorar la relación con nosotros mismos buscamos mejorar las circunstancias exteriores.
Ext. del libro Cabaret místico
Alejandro Jodorowsky
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