lunes, 26 de diciembre de 2011

Mar


Escúchame mar: 
Pronto me voy.
Me voy pero no te dejo,
porque es imposible dejar el corazón 
y llevarse tan solo el cuerpo;
me llevo tus olas, tranquilas o furiosas,
pero más que nada
me llevo todas tus promesas 
y todos tus silencios...
Te llevo, mi mar,
hacia donde la tierra huele y sabe
a materia prometida,
donde el viento solo choca en las
rocas y montañas,
donde el agua no tiene salitre,
ni peces, ni algas, ni cangrejos...
Pero te llevo para siempre y
hasta la próxima...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Me gustó mucho!