miércoles, 26 de diciembre de 2007

Cuál es nuestro papel?


El mundo de hoy está tan lleno de presiones que nos sentimos empujados de un lado a otro constantemente. La mayoría de nosotros reaccionamos tratando de imponer orden en él. Nuestra sociedad, es una sociedad de leyes y reglas interminables. Esto no es extraño ya que a los seres humanos nos gusta el orden y nos asustamos ante el desorden. El desorden es impredecible y escapa a nuestro control, y eso nos somete a una gran tensión. Pensemos en un momento que el desorden y la incertidumbre aparecen en nuestra vida súbitamente: un accidente, una separación, perder un avión, que el coche sufra una avería en plena carretera, que nos quedemos sin empleo, etc. etc.

En casi todos los casos estos acontecimientos se resuelven por sí solos; nuestra existencia no sufre un verdadero daño, o si.. dependiendo de la importancia que le queramos dar.. . Sin embargo, es probable que nuestro sistema nervioso reaccione con mucha fuerza y exprese mas miedo y malestar de lo normal. La respuesta del ego al caos consiste en luchar contra él y querer imponer todavía más control. Probablemente, la siguiente vez que viajemos en avión, comprobaremos una y otra vez la hora de salida y lleguemos al aeropuerto con tiempo más que suficiente. La siguiente vez que hagamos un viaje en coche, tomaremos precauciones para que no vuelva a producirse ninguna avería, y la próxima vez estaremos mas preparados para cualquier adversidad... y queramos protegernos mas... y asi....

El problema está en que todos estos esfuerzos, preocupaciones, planes y controles, son contrarios a la dirección natural que sigue la vida. La vida comprime el caos y el orden y con los dos hace una sola cosa. No puedes tener el uno sin el otro. Si quieres estar en el flujo de la vida, no puedes luchar contra él al mismo tiempo. Por tanto, el que busca la perfección acepta el hecho de que siempre va a vivir en la incertidumbre, que siempre se sentirá falto de equilibrio.

Nuestro papel, es siempre tropezarse, pero no caerse jamás...

A pesar que nuestro ego odia la incertidumbre, la verdad es que nos hemos beneficiado con ella una y otra vez. Pensemos durante un momento en las oportunidades inesperadas que se nos han presentado, los ofrecimientos de ayuda que nunca habíamos previsto, las ideas e inspiraciones repentinas, las decisiones impulsivas que nos hicieron actuar o hablar con algún desconocido y nos abrieron horizontes nuevos. Ésta es la forma natural de vivir.

Nuestra vida ya está organizada dentro de ella misma. La vida fluye de la vida, el botón se despliega y se convierte en flor, el niño madura y se transforma en adulto. Confiemos en cada etapa, celébremosla y permitamos que la siguiente llegue a nosotros sin esfuerzo.

Hay un ejercicio sencillo que nos mostrará lo verdaderamente maravilloso que es llevar una vida impredecible. -Siéntate durante un momento e imagina que puedes ver tu vida como si fuera un vídeo que pasa por tu mente. Empieza el vídeo con los acontecimientos de hoy y déjalos avanzar del modo que desees que sea mañana, luego el día siguiente y el otro. Imagínate a ti mismo haciéndote viejo: ve el futuro que querrías si pudieras tener cualquier cosa que desees. Deja que tu fantasía vague a su antojo y acabe con tu propia muerte. Haz que sea una muerte deseable, sin dolor y plácida.

Una vez que hayas hecho todo esto, vuelve hacia atrás y ve un vídeo totalmente distinto. Empieza con los acontecimientos de hoy, sólo haz que resulten diferentes. Se trata sólo de hacer funcionar la imaginación, de modo que puedes darte a ti mismo una vida frenética, catastrófica, o una vida dramática, o santa. Lleva el vídeo hasta la escena de tu muerte. Ahora retrocede y empieza otra vez desde el principio. Lo importante del ejercicio es que todo lo que has imaginado es cierto: tu futuro consiste, no en una sola de estas hipótesis, sino en todas las posibles. Se extienden desde el momento presente como hilos invisibles de potencial. La vida de todo el mundo es así; sólo nuestra falsa sensación de control nos hace creer que podemos imponer orden a lo que en realidad es totalmente impredecible.

El ego debe examinar sus temores y dejar de tratar de controlar. Ésa es una parte importante de la búsqueda que has emprendido. Si puedes aceptar el flujo de la vida y rendirte ante él, estarás aceptando lo que es real. Sólo cuando aceptes lo que es real podrás vivir con ello en paz y felicidad. La opción es una lucha que nunca terminará porque es una lucha con lo irreal, con un espejismo de vida en vez de con la vida misma...

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