Es posible volar sin tener alas
y nadar sin necesidad de ser un pez.
Puedo sentarte frente a mí
mientras me tapo
los ojos con las manos,
y hasta sentir que te toco
aunque no estés aquí.
Pero, cómo podría, sin ser Neruda,
decirte lo que quiero decirte
y que lo oigas como quiero que lo oigas...
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