domingo, 2 de diciembre de 2012

Felicidad


He pasado por muchas vicisitudes y ahora creo haber descubierto qué se necesita para ser feliz.
Una vida tranquila de reclusión en el campo, con la posibilidad de ser útil a aquellas personas a quienes es fácil hacer el bien y que no están acostumbradas a que nadie se preocupe por ellas.
Después, trabajar, con la esperanza de que tal vez sirva para algo; luego el descanso, la naturaleza, los libros, la música, el amor al alcance de tu mano... En esto consiste mi idea de la felicidad. Y finalmente, por encima de todo, tenerte a ti por compañero y de vez en cuando recibir a nuestros hijos, familiares y amigos.
¿Qué más puede desear el corazón de una mujer?...


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