jueves, 20 de marzo de 2008

Sigue tus sueños



En algún momento de tu vida seguramente has visualizado fugaces imágenes de escenas vívidas. En esas escenas puedes haberte visto sanador, jardinero, actor, fotógrafo, locutor, pintor, científico, cocinero, periodista, abogado, profesor, diseñador, arquitecto, panadero, etc. etc. Y has llamado a esas fugaces imágenes "sueños" o "deseos".

Tus supuestos "sueños" son mensajes que te envía tu propio subconsciente. Presta atención a los tuyos, no los descartes como deseos impotentes, escúchalos con el oido interior. no son sólo "deseos" a disfrutar por un instante para que luego los olvides. Se originan en el ángel sabio, que se comunica contigo en forma reiterada, para sembrar en tu mente una imagen de lo que naciste para hacer, que te insta a que tomes el sitio que te está destinado en este rompecabezas llamado Vida.
¿Has hecho alguna cosa para hacer realidad tus sueños, y has pensado que seguramente has seguido una pista falsa, porque has fracasado una y otra vez, y crees que por eso no has materializado aún tu milagro personal? Eso no es un motivo para que desistas. solo son excusas.

Hubo una vez un joven que nació en un hogar muy pobre. Como no pudo asistir a la escuela, estudió solo. Soñaba con ser abogado, pero nadie lo contrataba. Cuando hubo cumplido el servicio militar, decidió emplear sus estudios legales solitarios para ingresar en la política y se presentó como candidato a senador. Fué derrotado por una amplia mayoría.
Se retiró momentáneamente de la abogacía y de la política, para dedicarse al comercio. Su negocio fué a la quiebra y él pasó los diecisiete años siguientes pagando deudas y aceptando cualquier trabajo que se presentara. Pero los sueños continuaron incitándolo. Se enamoró, contrajo matrimonio y luchó por mantener a su familia. Una vez más ingresó a la política... como candidato al congreso. Fue elegido por un margen muy estrecho, pero al presentarse a reelección su derrota resultó humillante...
Más tarde trató de obtener un puesto en una dependencia gubernamental, pero el gobierno se negó a contratarlo. Al parecer, dondequiera que iba se veía en ridículo por su origen humilde, su falta de educación y de refinamiento social. El mantuvo la cabeza en alto, pasando por encima de su orgullo herido, y decidió presentarse como candidato a senador de los Estados Unidos. Tanto amigos como enemigos, y hasta familiares, se rieron a sus espaldas. Una vez más fué derrotado.
Con el correr del tiempo fué elegido candidato a vicepresidente por un partido importante. En la votación definitiva fué derrotado otra vez... por un político desconocido. Al presentarse como candidato a senador, llevó a cabo un campaña que cautivó la imaginación del país, pero sólo consiguió otra derrota.
Aún así nunca dejó de perseguir sus "sueños". No demoraba sobre sus fracasos: continuaba buscando intensamente sus ideales y los principios en lo que creía. Por último, a la edad de cincuenta años, con el corazón dolorido y las cicatrices de las derrotas reiteradas, pero aún aferrado al sendero que le estaba destinado, Abraham Lincoln llegó a ser presidente de su país..

En tiempos más recientes, a fines de la década de los setentas y principios de la siguiente, un estudiante de Harvard, llamado William Gates, tómo una valerosa decisión: abandonar la universidad para dedicarse a su visión personal. Su sueño era otorgar más potencia a los microchips de las computadoras, un chip que les indicara qué hacer y cómo hacerlo. Tras renunciar al futuro estable que el diploma universitario le habría asegurado, se reunió con dos jóvenes geniales y formó una empresa llamada Microsoft. IBM contrató su innovación para sus propias computadoras, y en 1986, unos tres años después de haber hecho una gran apuesta, la empresa estaba generando varios millones de dólares anuales y sus propias acciones valían quinientos cincuenta millones de dólares. El siguió su sueño, creyó en su visión. Para él, los deseos eran realidad. Y hoy Bill Gates es uno de los hombres mas ricos del planeta, y haciendo lo que le apasiona! solo porque supo escuchar los mensajes, la verdadera profecía de su futuro.

"Que quienes tengan oídos que oigan; que quienes tengas ojos que vean" Sigue tus sueños con energía, intensidad, fiereza, valor, firmeza, aunque eso requiera sacrificar momentaneamente tu seguridad financiera. Tus "sueños" son el plano sobre el que edificarás el éxito y la felicidad. Cree en ellos. Cree en ti mismo.
Después, sigue "la segunda estrella a la derecha... y ¡recto hasta el mañana!"...

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