jueves, 2 de agosto de 2012

El verdadero oficio...


"Yo no existía para hacer versos, para predicar o para pintar. 
Ni yo, ni ningún otro hombre existíamos para eso. Todo ello era secundario... 
El verdadero oficio de cada uno era tan sólo llegar hasta sí mismo. 
Luego podía terminar en poeta o en loco, en profeta o en criminal. 
Eso no era cosa suya, y, además en último término, carecía de todo alcance. 
Su misión era encontrar su destino propio, no uno cualquiera, y vivirlo por entero hasta el final." 

Demian, Herman Hesse.

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