Nacer es como ser lanzado desde un edificio muy alto.
En cualquier caso el destino es caer y por lo tanto hay que
aferrarse a algo.
Hay quien se agarra a un saliente y quien planea por un balcón,
quien se aferra a una persiana y quien, en el último instante,
logra engancharse a un canalón.
Si quieres vivir, tienes que intentar encontrar un buen asidero,
no tiene ninguna importancia a lo que logres agarrarte...
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