Sé que la palabra no es el hecho,
si digo “manzana” no es la maravilla innombrable que enamora el verano,
Si digo “árbol”, apenas me acerco a lo que saben las aves;
el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que así lo nombro.
Sé que la palabra no es el hecho,
pero sí se que un día mi padre bajó de la montaña y dijo unas palabras al oído de mi madre,
y la incendió de tal manera que hasta aquí he llegado yo...
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