Se dice que las cosas deben hacerse sin esfuerzo.
Si algo cuesta demasiado esfuerzo, es que se está
en el camino equivocado. Esto no significa que no
haya que trabajar. La parte que no cuesta esfuerzo
es aquella que implica que confiemos, que demos un
paso a la vez y que no preguntemos cómo y por qué
y todo se resolverá. Aún así, todo esto supone un
montón de energía, mucha concentración y bastante
ajetreo. Uno no puede declarar una intención y luego
sentarse cómodamente para ver de qué modo se
materializa; alguien tiene que hacer el trabajo físico.
Pero si encuentras que es demasiado trabajo, algo
está indicando que ése no es el camino. Cuando algo
sencillamente encaja, sin que se tenga que hacer
demasiado, entonces está bien..
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