lunes, 9 de diciembre de 2013

Coraje espiritual


Todos los hombres tienen testículos, pocos hombres tienen coraje espiritual.
Lo primero viene de fábrica, lo segundo se construye. Durante su edificación se cambia y se mejora al mundo. Se puede pasar por la vida sin coraje espiritual, ello no impide ganar dinero, coleccionar autos y mujeres, tener mucho poder, estar arriba entre los top ten de la economía, la política, el deporte, la tecnología, el sexo genital, la guerra.
No se necesita coraje espiritual para responder a los mandatos de una masculinidad empobrecedora y limitante. No se necesita coraje espiritual para ser macho. Sólo basta con ser obediente. Y muy temeroso, casi un cobarde. Temeroso de las consecuencias de elegir, de decir no, de seguir un camino propio, de conectarse con el propio mundo emocional, de pedir, de comprometerse, de entregarse, de confiar, de amar. El paradigma masculino hoy vigente intoxica al mundo y a la vida en todos los aspectos. Forma hombres cobardes. Va contra la vida.

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